Tecnología y Conectividad en la Gestión Integral del Agua

 

Las ciudades inteligentes, o Smartcities, representan un paradigma emergente de planificación y desarrollo urbano que aprovecha los avances tecnológicos para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, la eficiencia de los servicios urbanos y garantizar un desarrollo sostenible. Uno de los ámbitos cruciales de aplicación de esta estrategia es la gestión integral del agua, acueducto y alcantarillado.

¿Cómo la tecnología puede garantizar un uso más eficiente del agua?

 

Por: Gabriel E. Levy B.
www.andinalink.com

La gestión adecuada, eficiente e integral del agua constituye una prioridad cardinal para cualquier ciudad o territorio, y esto se debe a una variedad de razones socioeconómicas, ambientales y sanitarias. El agua es un recurso finito y fundamental para la supervivencia y el bienestar humano. Así, garantizar su distribución equitativa y su acceso sostenible es esencial para mantener la salud y la cohesión social.

Desde un punto de vista económico, una gestión eficiente del agua puede reducir los costos de infraestructura y operación, fomentando la competitividad y la sostenibilidad de las actividades productivas. Por otro lado, el agua es un elemento clave en la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, cuyo equilibrio influye directamente en la resiliencia frente a desafíos ambientales como el cambio climático.

Asimismo, una gestión inadecuada del agua puede llevar a problemas de contaminación y enfermedades hídricas, representando un grave riesgo para la salud pública.

La gestión del agua en los Territorios Inteligentes

La tecnología puede contribuir a mejorar la eficiencia en la distribución del agua. Los sensores y medidores inteligentes pueden monitorizar en tiempo real la utilización y demanda de agua en distintas partes de la ciudad, lo que puede ayudar a identificar y solucionar problemas como fugas o desperdicio. Además, los datos recogidos pueden ser analizados para optimizar los sistemas de distribución, ajustándolos a las necesidades específicas de cada zona y horario, y reduciendo así el consumo energético y los costos operativos.

El rol de la conectividad

La conectividad entre dispositivos y sistemas puede facilitar la gestión del alcantarillado. Por ejemplo, sensores ubicados en las redes de alcantarillado pueden detectar y alertar sobre posibles bloqueos o sobrecargas antes de que se conviertan en problemas mayores. Esto permite una intervención proactiva y oportuna, reduciendo los riesgos de inundaciones y la contaminación del agua.

La tecnología de la información y comunicación también puede jugar un papel fundamental en la mejora de la calidad del agua. Mediante el uso de sensores que miden constantemente parámetros como pH, temperatura, turbidez, entre otros, se puede obtener un diagnóstico continuo del estado del agua en el acueducto y en los cuerpos de agua de la ciudad. Esta información permite tomar decisiones rápidas y eficaces para garantizar la calidad del agua y proteger la salud pública.

Además, las smartcities pueden aprovechar el big data y la inteligencia artificial para predecir y planificar el manejo del agua. Por ejemplo, los modelos predictivos pueden ayudar a prever la demanda de agua en base a patrones históricos y factores como el crecimiento poblacional o los cambios climáticos.

Asimismo, la inteligencia artificial puede ayudar a identificar patrones y correlaciones que pueden no ser evidentes para los humanos, permitiendo una gestión más eficiente y sostenible del agua.

Casos de éxito

Un caso notable es Singapur, donde la integración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la gestión del agua ha permitido aumentar la eficiencia y la sostenibilidad de los servicios de agua.

El sistema “Smart Water Assessment Network” (SWAN) utiliza sensores en tiempo real y análisis de big data para detectar fugas, monitorizar la calidad del agua y predecir la demanda de agua[1].

Barcelona es otro caso ejemplar. La ciudad utiliza una plataforma de gestión del agua basada en la Internet de las cosas (IoT) que monitorea el consumo de agua en tiempo real, permitiendo a los usuarios controlar su consumo y reducir las pérdidas de agua. Esta iniciativa ha resultado en importantes ahorros económicos y en una reducción del impacto ambiental[2].

En Ámsterdam, la ciudad utiliza sensores en las redes de alcantarillado para prever y evitar problemas de inundaciones.

Este sistema también permite la detección temprana de contaminantes, contribuyendo a la protección de la salud pública. Estos casos demuestran cómo las Smartcities pueden aprovechar la tecnología para mejorar la prestación de servicios de acueducto y alcantarillado, con beneficios tangibles para sus ciudadanos[3].

En Conclusión, El papel de las Smartcities en la gestión eficiente y adecuada del agua, (acueducto y alcantarillado), se revela como un factor crítico para la sostenibilidad urbana. La correcta administración del agua se posiciona como una prioridad esencial por sus implicaciones socioeconómicas, ambientales y sanitarias, y se materializa en un mandato para garantizar un acceso equitativo y sostenible a este recurso vital.

La implementación de tecnologías avanzadas y la conectividad en las Smartcities abre oportunidades inmensas para mejorar la gestión integral del agua. El uso de sensores inteligentes, el análisis de big data y la Internet de las cosas, permiten un monitoreo en tiempo real y una respuesta rápida a posibles problemas, optimizando así la distribución de agua y la gestión del alcantarillado.

Los casos de éxito en ciudades como Singapur, Barcelona y Ámsterdam, evidencian la transformación positiva que estas tecnologías pueden generar en la provisión de servicios de acueducto y alcantarillado.

La convergencia de la tecnología y la gestión de recursos hídricos en el marco de las Smartcities representa una estrategia prometedora para abordar los desafíos del futuro urbano y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, es esencial que este proceso sea guiado por políticas públicas y una gestión inclusiva para garantizar que todos los ciudadanos se beneficien de estos avances.

 

[1] National University of Singapore – Environmental Research Institute (NERI). (s.f.). NUSwan. https://nus.edu.sg/neri/research/nuswan/
[2] Agua. (2014, 11 de abril). Barcelona, así funciona una ciudad inteligente. Recuperado el 30 de mayo de 2023, de https://www.iagua.es/noticias/smart-cities/14/04/11/barcelona-asi-funciona-una-ciudad-inteligente-48261
[3] Amsterdam Smart City. (s. f.). Recuperado el 30 de mayo de 2023, de https://amsterdamsmartcity.com/

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