La exigencia de los ESG y su compleja medición global

 

La necesidad de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), propuestos en la Agenda 2030, y de generar inversiones sostenibles y con propósito, ha vuelto a poner en la agenda pública la discusión sobre la pertinencia de los indicadores ESG. ¿Qué son? ¿Para qué sirven? ¿Cómo se miden? Y, sobre todo, ¿están funcionando?

 

¿Qué tienen que ver las empresas con los ESG?

Por: Gabriel Ernesto Levy Bravo y María Cecilia Hernández Ocampo
www.andinalink.com

 

Los criterios o indicadores ESG se refieren, por sus siglas en inglés, a factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG, en español) que deben ser tenidos en cuenta en las decisiones de grandes compañías o entidades. También están vinculados a las dinámicas de inversión socialmente responsable y hacen parte de la información no financiera que las compañías deben reportar.

Estos tres criterios (ambiental, social y gobernanza) emergieron de la filosofía de inversión ética, que nació a finales de los años sesenta, luego de que universitarios estadounidenses protestaran en todo el país exigiendo a sus instituciones académicas que frenaran las inversiones en empresas militares, en el contexto de la Guerra de Vietnam[1].

Esta filosofía ha crecido, ha mutado y se ha consolidado de tal manera que el Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (Pacto Mundial ONU) y la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicaron los Principios para la Inversión Responsable (PRI)[2].

El documento, cuya elaboración fue convocada por el secretario general de las Naciones Unidas, tiene como objetivo “entender el impacto que las cuestiones ambientales, sociales y gubernamentales tienen en las inversiones, y asesorar a los signatarios para integrar estos asuntos a sus decisiones sobre inversiones y propiedad”.

En el mismo documento se detallan seis principios o compromisos fundamentales, desarrollados por un grupo de profesionales del sector inversionista, quienes tuvieron en cuenta la relevancia de las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza en las prácticas de inversión corporativa.

Estos principios fundamentales son:

  1. Incorporar las cuestiones ESG a nuestros procesos de análisis y de toma de decisiones en lo que se refiere a inversiones.
  2. Ser pioneros en incorporar las cuestiones ESG a nuestras prácticas y políticas de propiedad.
  3. Buscar una divulgación transparente de las cuestiones ESG por parte de las entidades en las que invirtamos.
  4. Promover la aceptación y aplicación de los Principios en el sector de las inversiones.
  5. Trabajar en conjunto para mejorar nuestra eficacia en la aplicación de los Principios.
  6. Reportar nuestra actividad y progreso en la aplicación de los Principios.

Sabiendo que se trata de retos significativos, es, justamente, en este último principio donde el asunto se torna mucho más complejo, pues especialistas en el tema coinciden en que el indicador correspondiente a lo ambiental lleva una buena ventaja en términos de desarrollo, comprensión, definición y medición en comparación con las otras dos categorías.

Los ESG en detalle

Los indicadores ESG describen una variedad de factores susceptibles de ser analizados y medidos en la toma de decisiones de inversión y su consecuente impacto.

El indicador ambiental se tiene en cuenta para tomar decisiones en función del impacto que tienen las actividades de la empresa o la entidad en el medio ambiente. Algunos factores ambientales que pueden medirse en esta categoría son el cambio climático, el agotamiento de los recursos, la producción de residuos, la contaminación y la deforestación, entre otros.

Por su parte, el indicador social considera las repercusiones que la operación y las actividades de la empresa o la entidad tiene sobre la comunidad. Entre estos factores se encuentran los derechos humanos, las formas modernas de esclavitud, el trabajo infantil, las condiciones laborales, las relaciones con los empleados y las empleadas, etcétera.

Finalmente, el factor gobierno tiene que ver con el impacto que tienen accionistas y administradores en cuestiones como la estructura organizacional, los derechos de los y las accionistas, la transparencia y su relación con asuntos como soborno y corrupción, compensación del equipo ejecutivo, diversidad y estructura de juntas directivas, cabildeo o lobby político y donaciones, estrategia fiscal, tratamiento de datos y otros asuntos más.

Según el portal del Banco Santander, “estos criterios, que son como la lista de la compra que se debe llevar a la hora de realizar una inversión responsable y ética, se erigen como indicadores de calidad de las empresas, una letra pequeña que define su responsabilidad con la sociedad”[3].

En este sentido, la rentabilidad de una compañía ya no solo se mide en términos de dinero, ahora sus decisiones de en qué invertir y en qué no se miden con base en los ESG.

La industria de la construcción, la infraestructura y los ESG

Estos indicadores son bien conocidos en el sector de la infraestructura y la construcción. No obstante, la periodista especializada en tecnología y sostenibilidad del Diario El País, Belén Kayser, publicó recientemente que “aún no existen indicadores homogéneos para auditar ni la parte social ni la de buen gobierno. La ambiental está más aterrizada”[4].

Y esto es problemático porque la vertiginosa innovación tecnológica y la exigencia de cumplir con los ODS está empujando a las empresas al cambio por las razones equivocadas: en lugar de estar convencidos de la necesidad de una economía regenerativa, “el mundo financiero se está dando prisa por el coste que tendrá no cambiar” y no cumplir con la agenda 2030, se comenta en el artículo de Kayser.

Aunque el sector de infraestructura tiene más recorrido en la medición de indicadores asociados al factor ambiental, esto no quiere decir que el avance esté del todo bien, pues expertos como Orencio Vásquez, coordinador del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa de España (Observatorio de RSC), señala que “por presiones ambientales el sector ha avanzado, pero hay corrupción y se vulneran los derechos humanos”.

Casos de proyectos de infraestructura que tienen como consecuencia el desplazamiento de poblaciones y comunidades o los daños irreversibles a la biodiversidad, no son pocos. Esto aunado a que esta industria presenta significativas cifras de faltas a la transparencia y sensibilidad a las presiones y a influencias políticas[5], lo que termina impactando el factor de gobernanza, cuyos lineamientos e implementación, además, aún son borrosos.

Tal vez el criterio mejor desarrollado es el ambiental a causa de las presiones de grandes corporaciones y, en general, por la enorme campaña global que han hecho en sensibilización. Es un tema que puede costar millones de usuarios y clientes potenciales de no tenerse en cuenta.

Sin embargo, criterios como “social” y “gobernanza” no son tan “tangibles”. Como indica para el Diario El País Alberto Castilla, socio de Sostenibilidad de EY, “se trata de cambiar valor por valores, y el discurso que vas a encontrar es que ‘esto es una empresa, no una oenegé’. Y las infraestructuras deben estar vinculadas al bien común porque eso afecta la caja futura y sobre ello te van a preguntar los inversores”.

En conclusión, aún no son claros ni globales ni homogéneos los indicadores que deben medirse en los ESG. Tampoco existe la convicción real de cambio por parte del ciento por ciento de las empresas, incluidas las del sector de la infraestructura, aunque sí es verdad que la urgencia de reorientar los modelos de negocio es manifiesta y, de no hacerlo, las consecuencias para el sector corporativo y para el planeta serán devastadoras.

 

[1] Santander. (18 de enero de 2022). ¿Qué son los criterios ESG y por qué son tan relevantes? Disponible en https://www.santander.com/es/stories/que-son-los-criterios-esg-y-por-que-son-tan-relevantes
[2] ONU. (2006). Principios para la Inversión Responsable. Disponible en https://www.energias-renovables.com/ficheroenergias/PRI_Brochure_Spanish_2016_1.pdf
[3] Op. Cit. (18 de enero de 2022). Disponible en https://www.santander.com/es/stories/que-son-los-criterios-esg-y-por-que-son-tan-relevantes
[4] El País. (12 de febrero de 2023). Es hora de edificar con (buen) propósito. Disponible en https://elpais.com/extra/infraestructuras/2023-02-12/es-hora-de-edificar-con-buen-proposito.html?outputType=amp
[5] Op. Cit. (12 de febrero de 2023). Disponible en https://elpais.com/extra/infraestructuras/2023-02-12/es-hora-de-edificar-con-buen-proposito.html?outputType=amp

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