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Telesalud y Smarticities: Aliviando la presión del sistema sanitario

Históricamente la presencialidad hospitalaria como único modelo de atención clínica, ha estado arraigada en los modelos tradicionales de salud pública. Sin embargo, la actual pandemia solventó muchas de las dudas y alteró las costumbres en el gremio médico, propiciando la atención y tratamiento masivo de pacientes, consolidándose de forma inesperada, una oportunidad histórica sin precedentes para el fortalecimiento de los sistemas sanitarios a través de la telesalud, un esquema idea para las Smartcities.

¿Puede la Telesalud evitar el colapso de los sistemas sanitarios?
Por: Gabriel E. Levy B.                              
www.galevy.com

 Definida como la prestación de servicios médicos a distancia[1], la Telesalud, emplea las tecnologías de la información y las comunicaciones TIC, para propósitos clínicos y terapéuticos. Desde casos atendidos por teléfono, pasando por sofisticadas tecnologías que incluyen complejos algoritmos, hasta robots capaces de realizar cirugías mientas son controlados a distancia en tiempo real.

«La telesalud es la provisión de atención sanitaria personalizada a distancia. Abarca las interacciones sincrónicas y asincrónicas, incluida la consulta por teléfono, mensajería instantánea, vídeo, mensaje de texto o servicios basados ​​en la web. La telesalud consta de tres elementos principales: el paciente proporciona datos sobre su salud; los datos se transfieren al profesional sanitario por vía electrónica y este utiliza sus destrezas clínicas y su criterio para brindar asistencia personalizada al paciente»[2].

La Telesalud ha ganado terreno en los últimos años y existen muchas experiencias exitosas documentadas alrededor del mundo[3], sin embargo, no se ha explotado de manera efectiva todo su potencial, debido principalmente al arraigo de la presencialidad al interior de la comunidad médica, un fenómeno que cambió sustancialmente con la llegada de la pandemia de COVID19.

Hoy en día millones de pacientes en el mundo que antes requerían de visitas a consultorios médicos, son atendidos, monitoreados y curados a través de sistemas de Telesalud, que van desde modelos tan simples como una videoconferencia con el médico en tiempo real, pasando por el monitoreo de signos vitales, hasta la atención hospitalaria completa en casa mediante sistemas de con tecnología de punta en Telesalud[4].

La pandemia demostró que en muchas de las disciplinas médicas es posible prestar servicios de asistencia sin necesidad de que el paciente se desplace hasta un centro médico, pero sin duda el mayor logro, es que se fortaleció sustancialmente la hospitalización en casa, ya que por el alto riesgo de contagio de COVID19, muchos pacientes con otras patologías fueron trasladados a sus hogares sin que se interrumpiera el tratamiento, mejorando no solo la calidad de vida del paciente, sino la de su familia, al tiempo que se evitó un colapso mayor de los sistemas sanitarios.

El caso de Shanghái

La ciudad de Shanghái, fue escogida como la Smart City del año en la edición digital 2020 del Smart City Expo World Congress, recibiendo este galardón por la implementación el sistema City Brain diseñado por la compañía China Alibaba y que utiliza inteligencia artificial para resolver problemas de transporte, seguridad y planificación urbana.

Basado en cámaras de reconocimiento facial biométrico, drones e imágenes de satélite, las millones de imágenes captadas por estos sistemas, permiten que la IA de aprendizaje profundo, identifique problemas como infracciones de tráfico o vertederos de basura ilegales, al tiempo que el sistema sincroniza semáforos y envía equipos de emergencia en casos de accidente.

Pero sin duda uno de los mayores éxitos de Shanghái como Smartcity, ha sido el fortalecimiento de la Telesalud especialmente en el contexto de la pandemia.

El proyecto piloto más importante es el del Hospital de Xuhui, el primer centro hospitalario público de Shanghái que cuenta oficialmente con todos los certificados para proveer asistencia sanitaria y tratamiento a distancia, mediante tecnología de Telesalud:

“Desarrollamos una aplicación en 2015 con el objetivo de estandarizar los servicios médicos, cuya calidad varía mucho de un lugar a otro. Queremos ofrecer el servicio de los hospitales AAA -los mejores del país- en todo el territorio. Y utilizamos herramientas de inteligencia artificial para ayudar tanto en el diagnóstico como en el seguimiento de casos crónicos[5]

Sun Mingming, director ejecutivo de la División de Administración Médica de la Comisión de Sanidad de Shanghái, en entrevista con el País de España[6].

Frente a la actual crisis del coronavirus, el modelo de Telesalud provisto por este hospital se convirtió durante el pico de la crisis, en el más eficiente mecanismo de descongestión en China, permitiendo que alrededor de 1,82 millones de personas, distribuidos en más de 20 provincias, pudieran ser diagnosticadas y tratadas de forma adecuada, oportuna y con calidad. Las cifras reportadas por el hospital evidencian que un 45,8% de los pacientes se encuentra en un rango de edad entre 40 y 60 años, lo que permite llegar con atención a la población más vulnerable y menos adaptada a las TIC, como los mayores de 60.

“La epidemia del coronavirus fue un aliciente para acelerar el desarrollo de la Telesalud, porque ha demostrado que es una herramienta muy efectiva para preservar los recursos sanitarios. Como sucede con la gripe común, los pacientes se preocupan y acuden a Emergencias, aunque no sea necesario, lo cual puede provocar el colapso del sistema.

La Telesalud es un primer filtro efectivo y nos permite destinar los recursos disponibles a quienes realmente los necesitan. Además, utilizando terminales de control remoto, facilita el seguimiento de enfermos crónicos, a quienes se proporciona tratamiento en sus casas siempre que sea posible”, explica Jian Zhou, presidente del Hospital de Xuhui al País de España[7]

Adicionalmente, desde que el años pasado se puso en marcha la plataforma web dedicada a las consultas relacionadas con el coronavirus, atendieron a más de 300 mil personas que evidenciaban alguno de los síntomas del Covid-19.

“Alrededor de quince hospitales han destinado personal, y también se han presentado voluntarios médicos que querían aportar su grano de arena durante el tiempo libre y que no tienen más que acceder a su cuenta desde cualquier lugar para atender a los usuarios. De las 200 consultas diarias que recibíamos antes del coronavirus, hemos pasado a 3.000”, Jian Zhou, presidente del Hospital de Xuhui al País de España[8]

Una meta difícil pero posible de alcanzar

Si bien China ha demostrado que es posible de lograr, se requiere de muchos elementos para que realmente la Telesalud cumpla con sus objetivos. Es indispensable como primera medida, una buena coordinación en todos los niveles, incluyendo la adecuada capacitación del personal, redes de acceso suficientes, infraestructura tecnológica redundante y con altos niveles de disponibilidad, alfabetización tecnológica en los usuarios finales con terminales adecuadas y por supuesto una apropiada conectividad.

Durante el mayor pico de la pandemia, la Asociación Médica Estadounidense (AMA) promovió el uso de videoconferencia para las consultas con el médico de cabecera:

“Casi el 75% de todas las visitas al médico, y a los servicios de urgencia son innecesarias o podrían ser manejadas de manera segura y efectiva por teléfono o videoconferencia”[9].

De igualmente forma para los proveedores de telecomunicaciones, la Telesalud puede ser una interesante oportunidad para la diversificación de servicios, generando nuevos ingresos, al tiempo que se cumple con una importante labor de responsabilidad social. De hecho, durante el primer pico de la Pandemia en China, Huawei hizo una donación en equipos y sistemas de teleconferencia para el sistema de salud de Tailandia, que fue clave en los procesos diagnósticos y tratamiento remoto del COVID-19[10].

Un desafío por resolver en Latinoamérica

Aunque en las principales ciudades de América Latina, el uso de sistemas de video conferencia ha sido clave para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades durante toda la pandemia, también ha puesto en evidencia las carencias de conectividad y tecnología para garantizar una adecuada cobertura de los ciudadanos, poniendo en relieve las necesidades estructurales que hay detrás de la Telesalud, especialmente respecto a la conectividad de internet en los países en desarrollo.

De poco valdrá tener sofisticados sistemas de comunicaciones si ante la emergencia el precario ancho de banda característico de América Latina y otras regiones colapsa ante los requerimientos.

También es esencial acelerar la formación de profesionales (médicos, enfermeros y farmaceutas) en atención remota, pues esto requiere capacidades innovadoras.

En Latinoamérica, algunos países han avanzado bastante en preparar sus hospitales con tecnologías de Telesalud. Chile (68% de instituciones adaptadas), Uruguay (54%) y Guatemala (45%) llevan la delantera, según estudio de Global Health Intelligence (GHI)[11], mientras la mayoría, incluyendo Brasil, México y Argentina, van rezagados.

La actual crisis puede ser la oportunidad para galvanizar los esfuerzos públicos y privados en infraestructura y formación.

En conclusión, La actual pandemia del Covid19 evidenció como los sistemas de Telesalud pueden evitar el colapso del sistema sanitario, facilitar la atención de los pacientes en entornos domiciliarios, reducir significativamente costos y evitar la exposición innecesaria a patógenos de la población que requiere atención clínica.

La Telesalud es un aliado natural de las Smartcities y una correcta implementación puede mejorar sustancialmente los indicadores de cobertura y calidad.

En Latinoamérica solo será posible la masificación de la tecnología de Telesalud a través de las ciudades inteligentes, si existe una sincronizada coordinación en todos los niveles, especialmente en la política pública, la provisión de la conectividad, además de una adecuada capacitación del personal sanitario y de apoyo, redes de acceso suficientes, infraestructura tecnológica redundante y un alto nivel de disponibilidad y alfabetización tecnológica en los usuarios finales.

 

[1] Artículo de Wikipedia sobre la Telesalud
[2] Definición del portal especializado Cochrane sobre la Telesalud
[3] Artículo de análisis “Nación Farma” sobre casos de éxito de la Telesalud
[4] Análisis del portal especializado en Salud: Cochrane sobre el uso de Telesalud durante la pandemia
[5] Artículo del País de España sobre Telesalud
[6] Artículo del País de España sobre Telesalud
[7] Artículo de Retina del País de España
[8] Artículo de Retina del País de España
[9] Artículo de ABC de España
[10] Artículo de la agencia F
[11] Artículo con informe de avances en AL del Global Heatlt Intelligence

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