Las “Smartcities” o “Ciudades Inteligentes” se refiere al uso de nuevas tecnologías de Software y Hardware, es decir Tecnología de Información o Comunicación – TIC, aplicadas en múltiples contextos urbanos, como una estrategia público-privada para simplificar y mejorar sustancialmente la calidad de vida de los ciudadanos, impulsando la economía digital.
Si bien en la actualidad existen muchos proyectos de ciudades inteligentes alrededor del mundo, la evidencia muestra que no solo dependen de la voluntad política de los gobernantes, sino de un cúmulo de alianzas públicas y privadas en las que los proveedores de internet juegan un rol muy importante.
¿Por qué las ciudades inteligentes son una gran oportunidad para los proveedores de Internet?
Por: Gabriel E. Levy B.
Aunque en América Latina el concepto de Ciudad Inteligente pareciera tratarse de un asunto de Ficción, es un escenario posible de alcanzar incluso en poblaciones muy apartadas y pequeñas, si se combinan de forma adecuada los elementos y voluntades público-privadas que permitan su consolidación, incluso en condiciones difíciles o adversas como las que se encuentran en la región.
El término de “Ciudad Inteligente”, se refiere a un sistema ordenado e interconectado de tecnologías de información y comunicación, que permiten gestionar todos los aspectos relevantes del funcionamiento de una urbe, sin importar su tamaño, desde la conectividad a la sociedad de la información por parte de todos los ciudadanos, la apropiación en el uso de las TIC, la integración digital de los servicios públicos, la optimización del transporte público, pasando por el uso eficiente de los recursos energéticos, las actividades comerciales diarias, el embellecimiento y accesibilidad de los espacios públicos, la protección del medio ambiente hasta los mecanismos de participación ciudadana.
“Cada vez más gente se traslada a las ciudades. En 2015, cerca de 4.000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que para 2050 este número aumente, concentrándose el 70% de la población en entornos urbanos. Los retos a los que se enfrentan las ciudades son múltiples y requieren que los diferentes agentes involucrados proporcionen soluciones que den respuesta a la escasez de recursos y a la presión de la población sobre los entornos urbanos en los que residen”. Análisis del Economista España [1]
Pero todo lo anterior solamente es posible si se cumple una condición primaria indispensable: Contar con un buen acceso a Internet, con baja latencia, alta estabilidad y suficiente velocidad, una variable que depende de todos los agentes de la cadena de valor de la provisión de Internet, pero especialmente de los ISP, y que tienen en sus manos no solamente una gran responsabilidad, sino una inmensa oportunidad de negocios.
Las oportunidades de las Smartcities para los ISP
Si bien a primera vista pareciera que las oportunidades de construcción de ciudades inteligentes estuvieran limitadas para las grandes TELCO, cuando se trata de sistemas de semaforización, tráfico inteligente o seguridad, es fundamental comprender que las dimensiones de una ciudad inteligente van mucho más allá de los servicios primarios que promueven los gobiernos, ya que debe ser entendido como un modelo integral que permea no solo la infraestructura pública oficial, sino que termina impactando en todos los aspectos cotidianos de la vida de los ciudadanos y es en este punto, en donde aparece una gran oportunidad para cualquier tipo de ISP, especialmente si se trata de ciudades pequeñas, intermedias o alejadas de los grandes centros urbanos.
“La gestión de territorios inteligentes tiene en la tecnología una oportunidad sin igual para trascender hacia los más modernos sistemas de promoción de la gobernanza, del garantizar el buen vivir para las poblaciones, en un mundo donde la revolución en las telecomunicaciones y la cuarta revolución industrial ha logrado llegar a escenarios no imaginados para los seres humanos.
Sin embargo, la tecnología se debe constituir en solo un medio, en un instrumento de cohesión social y superación de la pobreza y la desigualdad. Así, tecnología, inclusión, oportunidades y el goce efectivo de derechos son los elementos esenciales que las ciudades inteligentes requieren para constituirse en una alternativa de vida digna.” Jaime Alberto Rendón-Acevedo en el documento SMART CITIES AND TERRITORIES FROM THE PERSPECTIVE OF TECHNOLOGICAL SURVEILLANCE[2]
El Caso Singapur: El Ciudadano en el centro de la estrategia:
Cuando Singapur decidió volverse una ciudad Inteligente, puso como principal objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos[3], por lo que cualquier acción emprendida debía estar enmarcada en uno de los cuatro objetivos específicos que definió un grupo de expertos[4]: Mejorar la movilidad de los ciudadanos, disminuir los tiempos de espera (Acabar con las filas en espacios públicos), mejorar la seguridad y/o fortalecer los espacios públicos[5].
Este modelo por su propia naturaleza generó como primera acción el crecimiento exponencial en las velocidades de acceso a la red, mediante apalancamiento con recursos públicos, lo que generó que las velocidades dejaran de medirse en megas y pasaran a contabilizarse en gigas en cuestión de un par de años[6], lo que abarató sustancialmente los valores de interconexión para los mismos proveedores de Internet y redujo la presión de costos sustancialmente.
Las velocidades de acceso subieron para todos los clientes, sin que aumentarán significativamente las tarifas, al tiempo que pudieron desarrollar un cúmulo de nuevas oportunidades de negocios basados en el crecimiento de la conectividad, un fenómeno que podría definirse como un espiral de crecimiento en la cadena de valor de la provisión de internet, en la que todos los agentes del mercado terminaron ganando, especialmente los ISP.
En la actualidad Singapur es considerada la ciudad más inteligente del mundo[7], según el índice inaugural de ciudades inteligentes del IMD[8], la iniciativa “Smart Nation” fue lanzada en 2014 por el primer ministro Lee Hsien Loong, la estrategia ha sido tan exitosa que prácticamente hoy en día todos los servicios esenciales han sido digitalizados y se encuentran interconectados, de esta forma el sistema de transporte público puede informar de un ataque de epilepsia o un infarto en uno de sus pasajeros en tiempo real al sistema de salud, siendo notificado por MSM el médico que lo atiende, mientras la historia clínica del paciente será enviada simultáneamente al hospital en donde será recibido, algo que tardará solo unos pocos minutos, pues el sistema de semaforización habilitará el paso para que la ambulancia no obtenga ninguna interrupción en el camino. De forma simultánea los familiares del paciente son informados desde un Call Center.
Paralelamente El distrito digital de Punggol de Singapur, fusionó al Instituto de Tecnología de Singapur, con un parque empresarial para nuevos negocios, del que hacen parte prácticamente todos los proveedores de acceso a Internet ISP y muchísimas empresas de la región.
En este espacio, cualquier emprendedor puede proponer su idea y este equipo de expertos le ayudará a materializarla y a integrarla al ecosistema de aplicaciones y servicios que hacen parte de la ciudad inteligente, de tal forma que las iniciativas no solamente son evaluadas en virtud de su pertinencia, sino de su interoperabilidad con el resto del ecosistema[9].
Gracias a todas estas iniciativas la cobertura de Internet en Singapur se duplicó en menos de una década y los proveedores de Internet en ese mismo periodo de tiempo, dejaron de ser simples Carrier de un servicio para convertirse en integradores tecnológicos, lo cual aumentó sustancialmente su portafolio de servicio. Según cifras oficiales el 91% de la población tiene acceso a Internet a un Smartphone[10].
Pero si bien el modelo de Singapur aún parece un imposible teórico en nuestras regiones, la realidad muestra importantes avances, ciudades como Medellín en Colombia trabajan para convertirse en el epicentro de la cuarta revolución industrial y gracias a una política de estado que a trascendido a muchos gobiernos, se está convirtiendo paso por paso en una ciudad inteligente, un modelo que San Pedro de sula en Honduras intenta replicar, de la misma forma en que lo ha hecho Curitiba en Brasil, Buenos Aires en Argentina, Santiago en Chile o Ciudad de México[11], casos de estudio, que comienzan a mostrar sus primeros logros y avances, al igual que una serie de pequeñas poblaciones en todo el continente, que buscan desarrollar su propio ecosistema de ciudad inteligente[12], tropicalizando modelos acordes a su realidad, pero sin duda, en cada una de ellas, los ISP juegan un rol preponderante.
En Conclusión, las ciudades inteligentes pueden ser una gran oportunidad de nuevos negocios para los proveedores de acceso a Internet, siempre y cuando exista la voluntad política y el apalancamiento público-privado que permita articular los diferentes actores de una urbe, en una misma estrategia que gire alrededor del bienestar de los ciudadanos, algo que es posible de lograr en América Latina, si se promueve un dialogo abierto y franco, entre los gobiernos locales y regionales, la sociedad civil, la empresa privada y los proveedores de acceso a Internet.
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